martes, 17 de septiembre de 2013

UNA BIOGRAFÍA LARGA COMO TU VIDA

El 5 de agosto de 1962, la actriz estadounidense Marilyn Monroe, el gran mito erótico de los años cincuenta, fue hallada muerta en su casa de Hollywood. Aunque el forense dictaminó que la actriz se había suicidado con una sobredosis de somníferos, las causas de su muerte permanecen aún confusas; se apreciaron algunas contradicciones en el informe médico de su trágico fin. Las dificultades profesionales y su agitada vida sentimental parecieron estar en el origen de su muerte. En cualquier caso, la jovialidad y el vivir desenfrenado y despreocupado que muchas veces había representado en el cine y fuera de él se corresponden poco con el verdadero perfil de su vida, marcada por las contradicciones y los complejos de una niñez y una juventud desgraciadas, seguidas después de un éxito arrollador al que no supo hacer frente, ni siquiera cuando creyó encontrar, junto a personalidades como Arthur Miller, la estabilidad y la seguridad que persiguió durante toda su vida.

Marilyn Monroe en una imagen de 1953
Marilyn Monroe, de verdadero nombre Norma Jean Baker (o Norma Jean Mortenson, apellido de su padrastro), nació el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles, en el estado norteamericano de California. Hija de Gladys Baker, quien nunca le comunicó la identidad de su padre, su primera infancia fue muy dura. Su madre la dejó en manos de un matrimonio amigo hasta que cumplió siete años; entonces se la llevó a vivir consigo. Pero un año más tarde Gladys fue internada en un sanatorio psiquiátrico en el que se le diagnosticó una esquizofrenia paranoide, enfermedad que luego Marilyn creería haber heredado, especialmente cuando era internada por sus frecuentes depresiones. Su infancia y adolescencia transcurrieron entre un orfanato (en el que ingresó a la edad de nueve años y trabajó como ayudante de cocina), la casa de sus abuelos y las de varias familias que la adoptaron. En una de estas casas de acogida sufrió al parecer abusos sexuales por parte del cabeza de familia cuando contaba ocho años.
Nada hacía pensar que Norma Jean tuviera una futura carrera como actriz, ni tan siquiera el hecho de que su madre, una mujer extraordinariamente atractiva, hubiera trabajado durante un tiempo como montadora de negativo en Consolidated Film Industries. Marcada por la inestabilidad emocional y la pobreza, a los dieciséis años, tras abandonar sus estudios, se empleó en una planta de construcción de aviones. En la misma fábrica conoció a un mecánico de 21 años, James Dougherty, con quien contrajo matrimonio el 19 de junio de 1942 y de quien se divorciaría cuatro años después.
De modelo a actriz
Ese mismo año de 1946 un fotógrafo de modas la descubrió y la convenció de que se hiciera modelo. Así, la aún llamada Norma Jean comenzó su carrera como modelo bajo la tutela de la agente Emmeline Snively, que le sugirió cambiar el color de su cabello, que era castaño de nacimiento, por el característico rubio platino. Durante esta época, Norma Jean realizó un sinfín de campañas publicitarias, siendo muy recordadas las que hizo para anunciar trajes de baño. Paralelamente, su carácter inquieto y deseoso siempre de adquirir nuevos conocimientos la llevó a tomar clases de arte dramático en el Actor's Lab de Hollywood y a asistir a cursos de literatura en la Universidad de Los Ángeles (UCLA).
El rostro de la modelo comenzaba a ser muy conocido. Sus innumerables trabajos publicitarios hicieron que en 1947 el magnate Howard Hughes, propietario de la compañía cinematográfica R.K.O., le ofreciera hacer unas pruebas de pantalla con el objeto de saber si podía dar juego ante una cámara cinematográfica; pero Norma Jean prefirió aceptar una oferta de la 20th Century Fox para trabajar unos meses como actriz de reparto. Intervino en tres películas olvidables en los que no fue debidamente acreditada, y ya entonces se verificó el cambio de nombre: Norma Jean pasó a llamarse Marilyn Monroe. Uno de sus primeros papeles era de figurante entre una multitud; se trataba de la película de Frederick Hugh Herbert Scudda Hoo! Scudda Hay!, con June Harver. En un momento del film, Marilyn se separaba del grupo para saludar a la actriz principal. Esta escena, sin embargo, se cortó luego en el montaje, y Marilyn recordaba algunos años después: "Una parte de mi espalda es visible en un plano, pero nadie lo supo aparte de mí y algunos amigos íntimos."
Un año después la Fox rehusó renovarle el contrato, por lo que aceptó uno nuevo de parecidas características en Columbia. Para esta compañía actuó en la comedia musical Ladies of the chorus (1948), de Phil Karlson. Marilyn era una modesta bailarina de striptease llamada Peggy Martin y cantaba dos canciones. Para preparar este papel recibió lecciones del director musical de la Columbia, Fred Karger, con quien se cree que mantuvo relaciones íntimas. Al año siguiente participó en el que sería el penúltimo filme de los hermanos Marx más o menos al completo (Groucho, Harpo y Chico), Amor en conserva(Love Happy), de David Miller. En la película, Marilyn contoneó sus caderas con tanta donosura que Groucho, que interpretaba al detective Sam Grunion, manifestó por ella con su proverbial histrionismo un bullicioso deseo.

Con Groucho Marx en Amor en conserva (1949)
A continuación consiguió, ya para la productora Metro Goldwyn Mayer, un papel breve pero de suma importancia para su futuro como actriz: en el excelente thriller de John Huston La jungla de asfalto (The Asphalt Jungle, 1950), interpretaba con bastante soltura a Ángela, la amante de un gángster al que acaba por traicionar. El siempre atento Joseph L. Mankiewicz, que había iniciado su carrera como realizador cuatro años antes, reparó en la joven Marilyn y le ofreció otro pequeño pero suculento papel en su melodrama Eva al desnudo (All About Eve, 1950). En esta película interpretaba a una superficial aspirante a actriz en lo que podríamos calificar como uno de los primeros papeles que respondían al estereotipo que más tarde se crearía de ella.
Poco antes, en 1949, Marilyn, que durante un tiempo compaginó las profesiones de actriz y modelo, dio su primer golpe en aras de la celebridad al posar para una sesión fotográfica cuyo resultado es aún hoy una de las más genuinas imágenes de una pin-up girl. Se trata de las imágenes que muestran en tomas cenitales a Marilyn desnuda sobre un cubrecamas de color rojo. Algunas de las fotos aparecerían ese mismo año en un calendario, y algo después, en 1953, una de ellas sería la portada del primer número de la famosa revista erótica Playboy. Esto, sin duda, fue un verdadero acontecimiento mediático, quizá de los primeros que pueden ser comparados a los que se dan hoy día.
Mientras tanto, la actriz no abandonaba su carrera en el cine. Tras realizar algunos papeles secundarios no demasiado destacables, en 1952 apareció en algunos títulos de cierta importancia, bien por sus directores, bien por el trabajo que desempeñó en ellos: Encuentros en la noche (Clash by night), de Fritz Lang; No estamos casados(We're not married), de Edmund Goulding; el episodio que Henry Koster realizó para el film colectivo Cuatro páginas de una vida (O´Henry's Full House); y la película de intrigaNiebla en el alma (Don´t bother to knock), de Roy Ward Baker, en el que encarnó de manera muy convincente al personaje de Nell Forbes.

En Niebla en el alma (1952)
Marilyn estuvo verdaderamente espléndida en su papel de Nell, una niñera perturbada que había intentado suicidarse en el pasado y que, desesperada y medio loca tras haber perdido a su gran amor, se disfraza ahora con las joyas de su señora para seducir a un atractivo piloto. La niña a la que debe cuidar aquella noche, Benny, frustra sus planes, por lo que la alucinada muchacha la amenaza primero con destriparla con tanta facilidad como a una muñeca, y luego la amordaza y la ata a la cama. En esta sádica y desquiciada relación con la pequeña, Marilyn dio muestras de una convincente crueldad que, al tiempo que desvelaba sus excelentes dotes dramáticas, tal vez le trajo a la memoria los horrores sufridos durante su propia infancia. Fue sin duda uno de los mejores papeles de su carrera.
Estrella de la comedia
Pero el filme realmente importante de ese año fue la comedia de enredo Me siento rejuvenecer (Monkey Business), de Howard Hawks, el director que junto a John Huston y Billy Wilder tal vez supo extraer lo mejor de Marilyn Monroe. En esta comedia, verdadero clásico del género escrita por Ben Hecht, Charles Lederer y I.A.L. Diamond, hacía el papel de una secretaria rubia y tonta junto a dos verdaderos monstruos del género, Cary Grant y Ginger Rogers. La maestría de la puesta en escena y la espléndida carpintería dramático-cómica de la película era lo que estaba necesitando la carrera de Marilyn, que por fin podía demostrar su valía más allá de los estúpido que pudiera ser el personaje que interpretara. Además, y como se vería más adelante, fue en la comedia más o menos pura donde la actriz dio lo mejor de sí misma.
En 1953 iba a hacer las primeras tres películas en que su contribución era importante. En primer lugar, Niágara , un filme de suspense a lo Hitchcock que dirigió el siempre eficiente Henry Hathaway, pero que no era el tipo de producción idónea para la actriz. Mucho más importante, ya que tal vez es el título que marca el inicio de Marilyn Monroe como estrella y como mito sexual, es Los caballeros las prefieren rubias (Gentlemen prefer blondes), una nueva comedia, esta vez musical, de Howard Hawks.
Los caballeros las prefieren rubias, basada en una ingeniosa novela de Anita Loos, contaba la historia del enfrentamiento de dos coristas, una morena, la turgente Jane Russell, y otra rubia, Marilyn, que tratan de cazar a uno de los solterones más deseados y ricos de América. En esta película, plagada de excelentes gags y de provocativos números musicales, Marilyn demostró que era, además de una buena actriz de comedia, una notable cantante y bailarina, con un estilo personal y muy sugestivo. De hecho, el buscado personaje masculino, que interpretó Charles Coburn, optaba finalmente por quedarse con Lorelei Lee, la rubia.

Marilyn en Los caballeros las prefieren rubias
Cómo casarse con un millonario (1953)
El tercer trabajo que hizo ese año fue un filme argumentalmente bastante parecido, Cómo casarse con un millonario (How to marry a millionaire), de Jean Negulesco, en el que Marilyn y otras dos actrices, esta vez Betty Grable y Lauren Bacall, se proponían conquistar a un millonario a toda costa. No tan exuberante ni rotunda como la anterior, era una película que explotaba en clave de comedia la disparidad de físicos y caracteres de las tres intérpretes femeninas y, por tanto, resultaba un trabajo muy a la medida de las aptitudes de Marilyn Monroe. Como consecuencia de estos sensacionales trabajos, en 1954 le sería otorgado el prestigioso Globo de Oro a la mejor actriz.
Convertida en menos de un año en una de las estrellas más rutilantes del firmamento cinematográfico hollywoodiense, el 14 de enero de 1954 contrajo matrimonio con el mítico jugador de béisbol Joe DiMaggio, uno de los primeros deportistas estadounidenses cuya popularidad era comparable a la de una estrella del cine. La boda fue uno de los acontecimientos sociales más sonados de ese año, pero sólo unos meses después, el 27 de octubre, DiMaggio y Marilyn se divorciaron. A pesar de ello, y según el testimonio de amigos de la actriz, Joe DiMaggio fue, de los tres maridos que tuvo, el único al que quiso realmente.

Joe DiMaggio
Cinematográficamente hablando, 1954 no fue un gran año si se compara con el precedente o con los siguientes. Participó en dos títulos; el primero fue un peculiar cruce entre el melodrama y el western que dirigió Otto Preminger, Río sin retorno (River of no return), un buen filme coprotagonizado con Robert Mitchum en el que Marilyn no brilló especialmente. El segundo, la comedia musical Luces de candilejas (There's no business like show business), realizada por Walter Lang, resultó de un nivel muy inferior a las que había protagonizado el año anterior.
En la cumbre
Pese a los éxitos profesionales que había obtenido en poco tiempo, su vida personal no era nada satisfactoria. Además del reciente fracaso sentimental con DiMaggio, no cesaba de luchar para demostrar que era algo más que una cara y una figura bonitas. Cuanto más se convertía en una sex-symbol, más intentaba no sucumbir a la conformista imagen que proyectaba. El acoso al que era sometida por parte de los directivos de las productoras era constante. Si en sus filmes ella atraía al hombre con su cuerpo y su inocente encanto, en la vida se jactaba de no haber aceptado nunca acostarse con los productores y jefes de los estudios, algo que a buen seguro le habría facilitado las cosas para conseguir mejores papeles, sobre todo en los inicios de su carrera.
Por otra parte, su arraigado complejo de nulidad intelectual, seguramente causado por haber abandonado pronto los estudios, la llevó a nuevas actividades. En 1955, por ejemplo, acudió al prestigioso Actors Studio neoyorquino para tomar clases con Lee Strasberg. Inducida por Strasberg, estudió el psicoanálisis con la finalidad de conocerse más a sí misma y hacer aflorar su potencial interpretativo. Strasberg, un hombre generoso, la trató como un padre y le ofreció intervenir en sesiones teatrales del centro, protagonizando obras como Un tranvía llamado deseo, de Tenessee Williams, y Anna Christie, de Eugene O´Neill. Estos detalles fueron objeto de burlas por parte de ciertos ambientes de Hollywood que se obstinaban en verla como una actriz cuyo único atributo valioso era el de despertar una irrefrenable atracción en los hombres.
Las dos películas en las que intervino a continuación, aunque excelentes, presentaban al personaje que debía interpretar como alguien con más de un paralelismo con esa otra Marilyn de la vida real. Tanto en La tentación vive arriba (The seven year itch, 1955), de Billy Wilder, como en Bus Stop (1956), de Joshua Logan, Marilyn llevó a cabo dos interpretaciones estupendas. Pero el gran público, en lugar de cambiar la idea que tenía de la actriz fijándose en su capacidad interpretativa, todavía la encasillaba más, debido a que eran papeles similares a la imagen que desde los estudios se había dado de ella.

Marilyn Monroe en La tentación vive arriba (1955)
y en Bus Stop (1956)
La presión habitual a la que se sometía a una gran estrella, el menosprecio que sentía que le profesaban algunos profesionales de la industria y el descontento consigo misma no tardaron en hacer mella en Marilyn. Su comportamiento en los rodajes era cada día más problemático, con frecuentes impuntualidades, excusas para intempestivas ausencias y malas relaciones con actores y técnicos. Por esta época comenzó a tomarse períodos de descanso en clínicas debido a las depresiones en que cada vez con mayor frecuencia se veía sumida.
Con todo, seguía estando en el ojo del huracán, siendo el objeto preferido de la prensa; pero también ello resultaba frustrante. Aceptaba conceder una entrevista a la espera de que algún periodista se interesara por sus inquietudes intelectuales, por lo que leía o por el tipo de películas que le gustaría interpretar, pero lo único que encontraba sistemáticamente eran burdas cuestiones de tocador. Algunas de sus respuestas de entonces se convirtieron en célebres, como cuando aseguró que no usaba ropa interior o que para dormir sólo se ponía Chanel n. 5. Así es que, inconscientemente o no, la propia Marilyn terminaba contribuyendo a consolidar la percepción que de ella tenía la gente.
Nuevos rumbos
1956 fue un año crucial en su vida, ya que el 29 de junio se casó con el dramaturgo Arthur Miller, para lo que debió convertirse previamente al judaísmo. Este enlace fue más sorprendente si cabe para el público y la prensa que el de DiMaggio. Miller, escritor y dramaturgo serio, proveniente de la élite intelectual judía, de posiciones ideológicas abiertamente izquierdistas, se casaba con una mujer que supuestamente era la antítesis: superficial, frívola, sin ideas propias y que aparecía habitualmente en las portadas de la prensa amarilla. Y quienes le auguraron lo peor, acertaron, ya que este tercer y último matrimonio fue un nuevo fracaso personal. La desenfadada e ingenua Marilyn Monroe no congenió con el exclusivo círculo de intelectuales neoyorquinos en que se desenvolvía Miller, y a pesar de que no se divorciaron hasta enero de 1961, pronto se distanciaron de forma irremediable.

Arthur Miller y Marilyn Monroe
Entretanto, Marilyn había puesto en marcha un nuevo proyecto que causaba el recelo de los jefes de los estudios: su propia productora. Cansada del maltrato y el desprecio, en 1957 viajó a Gran Bretaña para protagonizar y producir El príncipe y la corista (The Prince and the Showgirl), nueva variación algo más dramática del tema de Los caballeros las prefieren rubias y Cómo casarse con un millonario. Como director y partenaire suyo Marilyn eligió al shakesperiano y muy británico Laurence Olivier. El rodaje fue, como venía siendo habitual, algo turbulento, con enfrentamientos con Olivier, retrasos, pastillas y alcohol. Curiosamente la crítica especializada, que ya había destacado su buen hacer como actriz dramática enBus Stop, fue unánime al señalar que la espontaneidad y el encanto de Marilyn habían eclipsado a Olivier, aunque fue inmisericorde con la película.
De regreso a Estados Unidos, volvieron a surgir los problemas, las inseguridades y los temores de Marilyn: un matrimonio que ya no funcionaba; unos estudios cada vez más refractarios a contratarla, por extraño que esto pudiera parecer dada su inmensa popularidad; nuevas depresiones; nuevas estancias en sanatorios o clínicas de descanso, y dos nuevos factores, o cuando menos más acentuados: el consumo de alcohol y de píldoras, en especial barbitúricos.

En El príncipe y la corista (1957)
En su siguiente película, Con faldas y a lo loco (Some like it hot, 1959), genial y mordaz comedia sobre el amor y el transexualismo en que volvió a dirigirla Billy Wilder, el rodaje se convirtió en un verdadero suplicio. En sus memorias, Wilder lo recordaría como la experiencia más traumática de su carrera debido al imprevisible comportamiento de la actriz, que nunca llegaba a la hora o que, simplemente, tenía que repetir hasta 65 veces un plano en el que tan sólo tenía una frase. No obstante, y gracias en cierto modo a la buena química que había con los otros dos actores principales, Tony Curtis y Jack Lemmon, el resultado final fue satisfactorio; el trabajo de Marilyn sería premiado en 1960 con un nuevo Globo de Oro, esta vez en la categoría de mejor actriz de comedia o musical.
En 1960, coprotagonizó junto al actor francés Yves Montand el film de George Cukor El multimillonario (Let´s make love). Aunque con un planteamiento habitual en la filmografía de Monroe (chica humilde pero con ansias de superación que encuentra el amor en un hombre rico), Cukor imprimió al argumento un mayor acento dramático. Era una producción suntuosa, correctamente realizada, y con un buen trabajo de la pareja protagonista, pero aun así había algo en el conjunto que no terminó de funcionar. Durante el rodaje, Monroe y Montand tuvieron un romance que no pasó a mayores. Marilyn se enamoró del actor, pero para Montand no era más que una aventura. Una vez más, la mujer más deseada del mundo no encontraba o tenía dificultades para conservar un amor.
Un triste final
Su última aparición cinematográfica, si descontamos la incompleta y no estrenada película de Cukor Something´s got to give, fue para muchos críticos y aficionados el mejor trabajo de cuantos realizó Marilyn Monroe. Vidas rebeldes(The Misfits, 1961), de John Huston y con guión del aún marido de Marilyn, Arthur Miller, era un filme elegíaco, tocado con la rara cualidad de lo irrepetible, que unía en la pantalla a tres grandes actores, Clark Gable, Montgomery Clift y Marilyn Monroe, tres estrellas que además estaban atravesando por distintos motivos unos momentos personales especialmente delicados. Una historia de perdedores, tan del gusto de Huston, que en un último crepúsculo encontrarán al menos un lugar donde poder descansar y compartir sus experiencias con alguien. Intensa y emotiva, quizá este papel fue el mejor regalo que pudo hacer a Marilyn Arthur Miller, con quién se divorciaría poco después, el día 21 de enero de 1961, justo una semana antes del estreno de Vidas rebeldes. Su sentida interpretación de la divorciada Roslyn Taber, que encuentra un nuevo amor en el personaje que encarna Gable, volvió a ser destacada en 1962 con un nuevo Globo de Oro.

En Vidas rebeldes (1961)
Los últimos meses de la vida de Marilyn presentan una serie de zonas oscuras que probablemente nunca lleguen a esclarecerse, como su relación con el entonces presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, que parece probado que fue de naturaleza íntima, o más tarde con el hermano de éste, el senador Robert Kennedy, en la que algunos indicios pueden hacer pensar que fue tan sólo de amistad. De cualquier modo, los nombres de ambos aparecieron entonces y siguen apareciendo hoy en el asunto de la muerte por suicidio de la actriz, que falleció el 5 de agosto de 1962 a causa de una sobredosis de barbitúricos en su casa de Brentwood, California.
A las 3 de la madrugada, la señora Murray, su ama de llaves, la encontró en la cama en una postura extraña, con el teléfono fuertemente aferrado en una de sus manos y las luces encendidas. Un frasco vacío de Nembutal encima de la mesilla atestiguaba la ingestión masiva de pastillas por parte de la estrella. El médico forense certificó su muerte y expresó su convencimiento de que se trataba de un suicidio. En años posteriores, una auténtica industria del escándalo, de la que formarían parte la prensa amarilla, la de extrema derecha y un Norman Mailer arruinado y angustiosamente necesitado de dinero, especularon incansablemente sobre la relación entre su muerte y los hermanos Kennedy.
No era la primera vez que había ingerido una sobredosis de barbitúricos combinada con alcohol: exactamente lo mismo había ocurrido en la primavera del año anterior, poco después de la separación de Miller y del estreno deVidas rebeldes. La policía, extrañamente, no reveló el nombre de la sustancia que había tomado Marilyn, e incautó y rehusó hacer públicas las cintas magnetofónicas de la compañía de teléfonos en que estaban grabadas las llamadas que efectuó la noche de su muerte. Esto no hizo más que confirmar las sospechas de que Marilyn llamó a alguien en busca de ayuda, alguien cuya alta posición pública no le permitía afrontar el escándalo que hubiera supuesto verse envuelto en semejante asunto.
Pese a la infinidad de biografías y libros que sobre ella se han escrito (incluyendo su autobiografía, aparecida póstumamente en 1974), en los que se ha podido percibir esa otra Marilyn que no se ajusta al tópico, aún hoy sigue apareciendo en primer lugar, o en un lugar muy destacado, en toda clase de rankings más o menos frívolos: en 1995 fue votada por los lectores de la revista inglesa Empire como la actriz cinematográfica más sexy de todos los tiempos; la misma revista, en 1997, la situaba como la octava estrella del cine (masculina y femenina) más grande de todos los tiempos; y en 1999, la americana People Magazine la consideraba la mujer más sexy del siglo.

La tentación vive arriba (1955)
En definitiva, a pesar de los denodados intentos que Marilyn Monroe llevó a cabo en vida para ser considerada de manera distinta a como se la veía, difícilmente desaparecerá nunca de la imaginación colectiva como uno de los íconos eróticos del siglo XX. La imagen de La tentación vive arriba, con blusa y falda plisada blancas que se le levantan y agitan cuando pasa sobre un respiradero del metro de Nueva York, ha quedado indisociablemente unida a su nombre. Su desaparición en plena juventud, y en la cumbre de su fama como actriz y como mito erótico vivo, no hizo más que acrecentar la leyenda.

martes, 3 de septiembre de 2013

Julio Cortazar

Resumen La noche boca arriba
Un joven muchacho se apresuro a sacar la motocicleta del rincón donde el portero del hotel se la guardaba su idea era salir a dar un paseo en la joyería de la esquina vio la hora y eran las nueve menos diez pensó que llegaría con tiempo sobrado a donde iba, se subió a la moto saboreando el paseo recorrió gran parte de la ciudad, pero ahora entraba en la parte mas agradable del trayecto, una calle larga rodeada de árboles con poco trafico y muchos jardines de repente una mujer de cruza en su camino, tienen un accidente y el se destroza un brazo, pierde el sentido y de una cortadura en su ceja le goteaba sangre por toda la cara, al salir del desmayo se encuentra ingresando en un hospital. Lo han vendado y esta en una cama con fiebre en estado de sopor, como consecuencia del accidente y de los medicamentos, entonces, se adormece y tiene un sueño. Sueña curiosamente que es un indio mexicano de la época azteca, que esta perdido entre las ciénagas y se siente perseguido por una tribu enemiga que lo quieren sacrificar. Se despierta repetidas veces al principio aliviado pero luego confundido, las ultimas veces tratando de evitar esa pesadilla hasta que descubre que el sueño en verdad era la realidad.
La segunda pesadilla se intercala con la primera por que es el supuesto sueño. Describe un episodio de la guerra florida en donde un indio azteca es perseguido por una tribu enemiga, los Motecas huye y lucha por su vida, al final es capturado, atacado y arrastrado hacia la gran pirámide. Allí un sacerdote lo espera con un puñal para sacrificarlo ya que este era un rito del esta tribu.
Antes del fin el joven toma conciencia de la verdadera realidad, que su sueño, era real y que su realidad era su sueño. Alcanzo a cerrar otra vez los parpados, aunque ahora sabia que no iba a despertarse, que estaba despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro absurdo como todos los sueños.

martes, 20 de agosto de 2013

El diablito de la botella

Era de un viejo que le da una botella a un joven y en su interior hay un diablo que cumple todos tus deseos. el precio es que al morir tu alma le pertenecerá pero et salvas si le vendes la botella a otro pero mas barata. el no la quiere pero el lo engaña y termina con la botella en manos y pues ya ni modos que hacer. así se vuelve rico y se casa con una muchacha pero se acuerda del diablo y se pone triste, desesperado busca un comprador y sorprendido un bebedor vagabundo se la compra aun sabiendo del riesgo por una moneda extranjera al de su país, pues el problema era que el chavo la adquirió por un misero precio y esa moneda extranjera ero la única de menos valor y dice el viejo pues ya que total y yo ya me iba a ir al infierno de todos modos refiriéndose as su modo de vida.

y ya vive feliz.

martes, 13 de agosto de 2013

EL PAíS DEL VIENTO



Resumen

1.- EN EL SUR DEL MUNDO: Acontece esta historia en la localidad de Chubut, 1866. Nos relata como Dylan, hijo de inmigrantes , una tarde mientras pasea buscando piedras y caracoles, encuentra pisadas de caballos y divisa a lo lejos una nube de polvo gris que él interpretó como indios tehuelches reunidos para atacarlos. Avisó a su padre , John Hughes, y al doctor Williams, la comunidad se preparó para un ataque sorpresivo de los tehuelches , al encontrarse frente a frente con los indios la comunidad toda se refugia en las cercanías de la iglesia. La madre de Dylan se acerca a una mujer indígena y le muestra a su hija recién nacida, Mary; lo que provoca que ninguno de los grupos ataque al otro y se produzca un emocionante encuentro entre ambas culturas.

2.- TACHUELAS: Acontece esta historia en una taberna de la ciudad e Punta Arenas, 1897. Este relato acontece en Punta Arenas. El viejo Dawson, cuyo nombre real era Narciso Pérez, (según él nombre de Dawson se lo había ganado cuando en su juventud quedó solo en la Isla Dawson y tuvo que defenderse junto a su perro Capitán Cook del ataque de treinta indios), relata a un joven visitante venido de Ushuaia, como un marinero de nombre Joshua Slocum sobrevivió al ataque de indios yamanes. Cuenta que estando Slocum navegando por los canales del sur para pasar Cabo de Hornos, fue seguido por los yamanes, Slocum no era hombre de matar así que para defenderse esparció tachuelas sobre la cubierta y escondido esperó que los yamanes abordaran, así lo hicieron pero se encontratron con todos estos pequeños clavos que hirieron sus pies y arrancaron desesperadamente de la cubierta de la embarcación . El solitario navegante de esta manera salvó su vida.

3.- EL FARO : Acontece esta historia en Cabo de Hornos, 1932

martes, 6 de agosto de 2013

El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde

El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, es una novela escrita por Robert Louis Stevenson y publicada por primera vez 1886, que trata acerca de un abogado, Gabriel John Utterson, que investiga la extraña relación entre su viejo amigo, el Dr. Henry Jekyll, y el misántropo Edward Hyde.
El libro es conocido por ser una representación vívida de un trastorno psiquiátrico que hace que una misma persona tenga dos o más identidades o personalidades con características opuestas entre sí. En psiquiatría, esto hace referencia al Trastorno disociativo de la identidad


martes, 30 de julio de 2013

NANCY DREW.

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Nancy Drew es un personaje creado por el escritor estadounidense Edward Stratemeyer, fundador del Sindicato Stratemeyer (responsable de la producción de varias series literarias de misterio, que incluyen entre otras The Hardy Boys y Tom Swift), que apareció por primera vez en una publicación en 1930. Es una detective aficionada que ha sido protagonista de varias series de novelas de misterio para niños y adolescentes, que fueron escritas por varios autores fantasma y lanzadas a la venta bajo la firma colectiva «Carolyn Keene».1
Conforme transcurre el tiempo, la joven detective ha evolucionado al mismo tiempo que la cultura y las preferencias de los consumidores estadounidenses. Desde 1959, los libros en los que aparece Nancy Drew experimentaron profundas revisiones con el fin de eliminar estereotipos racistas,2 consiguiendo resultados discutibles.3 4 Al respecto, varios especialistas coinciden en que durante el proceso de revisión, la heroína original, caracterizada primordialmente por su franqueza, se volvió más moderada y dócil, además de convencional y recatada.5 En los años 1980, se creó una nueva serie, Nancy Drew Files, en la cual se incorporó a una Nancy más profesional y adulta, así como historias con contenido romántico.6 La serie original, Nancy Drew Mystery Stories, concluyó en 2004, y en su lugar se lanzó una nueva serie llamada Girl Detective, que constituye una versión actualizada del personaje, quien ahora conduce un vehículo híbrido y usa un teléfono celular. Otro rasgo que ha variado considerablemente con el curso de los años es la imagen de la detective, la cual pasó de ser una joven intrépida y activa a una mujer temerosa y pasiva.7 A pesar de todos esos cambios, la detective adolescente sigue siendo popular en todo el mundo, se han vendido al menos 80 millones de copias de sus libros8 y han sido traducidos a más de 45 idiomas.
Nancy Drew apareció en cinco películas, cuatro de ellas a finales de la década de 1930, protagonizadas por la actriz Bonita Granville,9 y una más en 2007, con Emma Roberts en el papel de Nancy.10 Asimismo es el personaje central de dos programas de televisión y numerosos juegos de computadora, como también de una considerable variedad de productos a nivel mundial.
Es citada además como una influencia formativa para varias mujeres prominentes, que van desde la jurista estadounidense Sandra Day O'Connor11 y la jueza Sonia Sotomayor, hasta la actual Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton12 y la ex primera damaLaura Bush, razón por la que Nancy se ha convertido en un ícono cultural.13 A la vez, varias críticas literarias feministas analizaron el duradero atractivo del personaje, quienes argumentaron que Nancy es una heroína mítica, una expresión de la realización de los anhelos,14 o una representación de ideas contradictorias acerca de la feminidad.15



Diario de un viaje imposible

ANA MARIA SHUA, LUCÍA LARAGIONE
Una novela narrada a dos voces, por medio de los diarios íntimos de Margarita, una chica que vive en 1810. y
Emanuel, un chico del siglo XXI que viaje al pasado gracias a la máquina que ha inventado un tío suyo. De esta
manera, Emanuel participa de los hechos que conducen a la Revolución de Mayo y entabla una amistad con
 Margarita. El relato de sus respectivas experiencias y puntos de vista dará lugar a una complicidad entre ambos
 que los cambiará para siempre.